Nuestro cuerpo procesa de forma diferente la comida mientras dormimos, pues al trabajar menos metabólicamente hablando se corre el riesgo de tener una indigestión o de también perder peso. ¿Pero qué hacer?
La solución no es cenar una miseria o directamente no cenar. Lo importante es cenar ligero y no haber acumulado tantas calorÃas durante el dÃa, pues durante la noche no se podrán quemar. Hacer ejercicio antes de irte a dormir es una buena idea para quemarlas, pero lo cierto es que no todos pueden hacerlo.
Por ello procura no darte atracones durante el dÃa y distribuir tus comidas en cuatro o cinco al dÃa, y no olvidarte de la merienda, que te servirá para no pasar ocho horas o más de intervalo entre almuerzo y cena sin probar bocado.
Es cuestión de tener comidas regulares de pequeñas porciones y con bajo nivel de calorÃas distribuidas en tres o cuatro comidas. Llevar una vida fÃsicamente activa, por cierto, también te ayudará a ello.
fuente:mundodietetico.com