Uno de los grandes retos de la medicina actual es la fiabilidad de dispositivos médicos implantados en pacientes. Las complicaciones médicas de un implante fallido son especialmente serias en cirugía cardiovascular pero también en neurocirugía, urología, traumatología y cirugía ortopédica. Actualmente se están llevando a cabo estudios que persiguen inhibir el establecimiento de los llamados biofilms en dispositivos médicos lo cual evitará muchas complicaciones en un futuro próximo.
El implante médico más investigado en la historia de la medicina son las prótesis de mama y actualmente se consideran una opción segura en cirugía plástica mamaria donde tienen multitud de aplicaciones. Los biofilms han interesado especialmente a los investigadores y cirujanos plásticos en relación con los implantes mamarios en los últimos años.
El contacto de una bacteria con un implante mamario puede no ser reversible cuando la bacteria se encuentra suspendida en un fluido.
Algunas bacterias tienen la capacidad de producir una película de exopolisacaridos: una sustancia con la que la bacteria se adhiere fuertemente a los implantes médicos.
Se denomina biofilm a la combinación de bacterias protegidas por su cubierta de proteinas a su vez ligadas de forma irreversible a una superficie. Este estado las bacterias están contenidas en esta forma de “empalizada” y ello les confiere resistencia a antibióticos y a los mecanismos de defensa del individuo. También pueden proveerse de nutrientes del medio que las rodea y deshacerse de sustancias de deshecho a la vez que son capaces de intercambiar material genético para sobrevivir a los cambios del medio.
Los cirujanos plásticos llevamos muchos años limitando al mínimo el numero de pacientes que desarrollan una contractura capsular. Artículos científicos sobre contractura capsular a lo largo de la historia hablan de frecuencias muy dispares entre un 0,5 y 30%. Las teorías más aceptadas sobre el desarrollo de una contractura capsular incluyen como factores los hematomas, el trauma quirúrgico, el diseño de la cubierta de prótesis y su grado de impermeabilidad y la infección subclínica (sin síntomas aparentes).
En experimentos animales muy recientes con cerdos en Australia se ha demostrado que los biofilms son una de las principales causas del encapsulamiento de las prótesis mamarias, o contractura capsular. Además se han identificado que tipo de bacterias son las responsables en la formación de biofilms. La contractura capsular supone un detrimento del resultado estético, molestias psicológicas y físicas a la paciente y la necesidad de intervenciones quirúrgicas de revisión y recambio.
Estas y otras informaciones sobre BIOFILMS nos han corroborado la importancia de diseñar estrategias más exhaustivas para limitar la contaminación quirúrgica, de elegir la vía de inserción más limpia, de evitar la contaminación con bacterias que habitan el complejo areola-pezón, de usar sensiblemente antibióticos en el lavado quirúrgico y en la medicación peri-operatoria de los pacientes, entre otras medidas orientadas a limitar el riesgo.
fuente:blogs.lavozdegalicia.es