Suena la campana del amor

soledad fandiño y rodrigo de la serna
soledad fandiño y rodrigo de la serna

La actriz y Rodrigo de la Serna confirmaron su romance en la última transmisión de Contra las Cuerdas. El actor quiso besarla en público, pero ella lo esquivó y lo hizo en su casa. ¿Tendría protector bucal?

Las versiones de romance tomaron impulso con el correr de las grabaciones y fueron alimentándose por obra del trato amable, la cortesía y los gestos de compañerismo que solían dispensarse mutuamente en el ámbito del trabajo. La relación de Rodrigo de la Serna (34) con su mujer, Erica Rivas, estaba condenada a morir, y la química predominante en cada conversación o en cada escena que el actor compartía con Soledad Fandiño (29), amagaba, paralelamente, con acelerar los plazos para su separación definitiva. La puesta en el aire de Contra las Cuerdas, uno de los productos de la emisora estatal, los cruzó por motivos laborales y les otorgó la chance de reconstruir sus costados afectivos, algo desgastados y con apetito de revancha.

Sus procedencias se asemejaban, pues no solamente él provenía de una ruptura. La ex No hay 2 sin 3 acababa de bajarle el telón a su experiencia amorosa con Nicolás Cabré, la cual incluyó un período de convivencia que murió sin pena ni gloria, y que concluyó con fuertes trascendidos que hablaron de terceros en discordia. En definitiva, un escenario propicio para que ambos le dieran vida a un vínculo quizá inesperado, pero capaz de permitirles dar vuelta la página y esperanzarse con recobrar la felicidad perdida. El pasado jueves 14, en la última transmisión del programa, realizada en el Gran Rex, demostraron que no están dispuestos a desaprovechar la oportunidad. En dicho teatro, el elenco llevó a cabo la despedida del público y quedó claro que la historia que iniciaron en cuanto se vieron dentro de un estudio, todavía está lejos del último capítulo. Antes de desarrollarse el evento, Soledad se había marchado unos días a Miami y era realmente una incógnita su asistencia. Sin embargo, la actriz emprendió el regreso con la debida anticipación, y en todo momento se mantuvo al lado de su novio, confirmando públicamente sus deseos de seguir afianzando la pareja.

Definitivamente, el pequeño desencuentro que protagonizaron sobre el cierre de la noche no ensombreció, en lo más mínimo, todo lo bueno que se prodigan abiertamente. Fue un furcio, minúsculo pero llamativo, que colocó a Rodrigo al borde del ridículo. El actor, tal vez emocionado por la adrenalina del adiós y los aplausos, quiso besar a Fandiño y, por qué no, formalizar de una vez lo que están viviendo. La tomó del rostro tiernamente y acercó su boca, pero justo cuando estaba a punto de saborear sus labios, la joven giró su cabeza y evitó que el contacto se materializara en plenitud. Rodrigo tuvo que conformarse con un besito intrascendente y disimular lo acontecido, para que no fuera interpretado como un papelón. Fue una excusa inmejorable para los que todavía descreen de la atracción que sienen uno por el otro. Naturalmente, las sospechas de una ruptura desconocida públicamente generaron suspicias y conjeturas que, verdaderamente, no tenían asidero. Fue, apenas, un accidente que no cambió abosultamente nada. A lo mejor Soledad consideró que no correspondía por tratarse de un lugar inapropiado o, quién sabe, pretende blanquear sus sentimientos más adelante. De un modo u otro, el furcio existió, aunque, desde luego, no alcanzó para ensombrecer el amor que cultivan desde el silencio y el bajo perfil.

fuente:paparazzirevista.com.ar

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